Pero como no hay medio de definir el término «palabra» de manera que su definición encaje con el uso corriente de ese término, los estructuralistas contemporáneos están propensos a usarlo muy parcamente y rehusan definir cualquier unidad lingüística universalmente válida situada entre el monema (a menudo llamado «morfema») y la oración. Los accidentes formales se atribuirán a los monemas, no a Ias «palabras», y serán tratados, por ejemplo, como alomorfos de un moderna dado. Serán tenidos en cuenta en Ios análisis de los enunciados en sus unidades significativas mínimas. (p. 122)
- Martinet (1976)