No sin razón la «estructura» se ha convertido en el signo unifìcador de los descriptivistas contemporáneos. Ello apunta naturalmente a la coherencia de las partes componentes, pero también al aislamiento del conjunto respecto a todo lo demás. (p. 15)
- Martinet (1976)

La concepción realista de la estructura lingüística como rasgo distintivo de la realidad de la lengua corre el peligro de ser confundida con la ingenua suposición de que todo lo que esta fisicamente presente en la lengua es parte de esta realidad, sin tener en cuenta si elIo desempena una función y cual es dicha función. Realmente, podemos encontrar estructura en el lenguaje, pero solamente como un aspecto, por decirlo así, de su funcionamiento. (p. 18)
- Martinet (1976)