El hecho de que este o aquel funcional pueda o no usarse, está parcialmente determinado por las necesidades de comunicación en aquel punto del mensaje; así, en 'he is distributing tickets' ʻesta repartiendo billetesʼ, se puede especificar o silenciar 'a' quién ('to' whom). Mas el poder usar un complemento con 'to' depende también de la clase de monema predicativo que escojamos. A esto se alude cuando afirmamos que un verbo dado rige este o aquel caso. ElIo equivale a decir que la elección de un funcional está predeterminada en gran medida por la del verbo de la cláusula. Al contrario, la elección de la modalidad es libre, e. d. el que habla esta forzado en cierta medida a usar 'a' ʻunʼ o 'the' ʻelʼ, ʻpluralʼ o ʻsingularʼ, por una relación directa con lo que es realmente la experiencia que desea comunicar […] A pesar de diferencias tan fundamentales, funcionales y modalidades se han confundido en generaI lamentablemente hasta ahora y se comprende sin dificultad por qué lingüístas que, en abrumadora mayoría, se han nutrido previamente en la gramática latina, se inclinaron, en el mejor de los casos, a considerarlos como dos aspectos de la misma realidad lingüística. En latín, como en todas las lenguas in¬doeuropeas que han mantenido las antiguas declinaciones, la expresión de caso y la de número estan inextricablemente mezcladas con la forma de las desinencias casuales, las cuales resisten todo análisis en segmentos sucesivos. En otras palabras, amalgamas de un funcional y de una, o más de una, modalidad, son prácticamente la regIa en aquellas lenguas y deben de haber sido sentidas, por generaciones de lingüístas, como rasgo normal de toda estructura respetable. (pp. 77-78)
- Martinet (1976)